Como enriquecer el suelo del jardín

Para enriquecer el suelo del jardín, hay que entender el ciclo de vida biológico. El ciclo biológico de una planta comienza con su crecimiento y termina en el suelo.

Del mismo modo, la cadena alimentaria, que parte de una planta u organismo del ecosistema, devuelve todo, como los nutrientes y la energía, al suelo. Este equilibrio garantiza la estabilidad del medio ambiente. Ciertas prácticas humanas han perturbado este ciclo, destruyendo plantas y microorganismos y eliminando nutrientes mediante el uso de fertilizantes y pesticidas químicos.

La calidad del producto, el estado del suelo y las condiciones ambientales se han deteriorado en general. Es hora de revitalizar el suelo de forma natural para restablecer el equilibrio.

Acolchado orgánico

El mantillo ayuda a mantener los niveles de humedad. Un suelo húmedo es un paraíso para los microorganismos. Donde los organismos prosperan, el suelo se vuelve fértil. Utilice materiales orgánicos como podas de árboles y plantas, heno, hierbas secas, plantas viejas, etc. para cubrir el suelo. Gracias a la actividad microbiana, se descomponen y se convierten en materia orgánica para su suelo.

Compostaje / Vermicompostaje

Haz tu propio compost con residuos vegetales, cáscaras de huevo, residuos de fruta y todo lo que sea verde. Si su suelo es pobre, las hortalizas que produzca también carecerán de nutrientes. En este caso, prepare el vermicompost con tierra exterior, fértil o sin tierra en absoluto.

Al añadir abono orgánico, se devuelven los nutrientes al suelo. Esto mejora la calidad del suelo. El compost también puede mezclarse con agua. Puede emplearse como abono líquido.

Cultivos mixtos para enriquecer el suelo del jardín

El cultivo mixto o intercalado es otro nombre para los cultivos mixtos. En lugar de cultivar una sola especie, plante dos o más plantas en el mismo parterre.

Las plantas deben tener diferentes necesidades de crecimiento de las raíces y de nutrientes para evitar la competencia. La plantación densa evita la erosión de los nutrientes y del suelo y mejora los niveles de humedad.

Este método es ventajoso para ambas plantas. Por ejemplo, el ajo puede plantarse cerca de tomates, berenjenas, etc. El olor del ajo repele naturalmente a ciertos escarabajos e insectos.

Abono verde

Plantar cultivos como legumbres, centeno, acumuladores dinámicos como la consuelda, la cerdaza, etc. entre otros cultivos o después de la cosecha como abono verde. Da la vuelta a las plantas antes de que estén maduras y entiérralas bajo la tierra sin quitar las raíces.

La descomposición de las plantas libera los nutrientes acumulados en el suelo. Estas plantas también inhiben el crecimiento de las malas hierbas y ayudan a mejorar el contenido de nitrógeno del suelo.

Rotación de cultivos

Si se cultivan los mismos productos año tras año, los nutrientes del suelo se agotan. Plantar cultivos con diferentes necesidades de nutrientes y patrones de crecimiento. Los diferentes cultivos también disuaden a las plagas y a los insectos causantes de enfermedades.

Abono orgánico para enriquecer la tierra del jardín

Los diferentes minerales y nutrientes del suelo son necesarios para el crecimiento de las plantas. Entre ellos se encuentran el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el zinc, el calcio, el hierro, etc.

Para compensar las carencias de fósforo y nitrógeno en el suelo, podemos utilizar abonos orgánicos como estiércol de granja compostado, algas, alfalfa o heno, harina de pescado, algas, harina de sangre y harina de huesos.

Podemos usar la torta de aceite, un subproducto de la extracción de aceite de las semillas de las plantas, como mejorador del suelo. La arena verde es rica en hierro, potasio y magnesio. Se extrae de suelos marinos ricos y es un abono ideal para su suelo. Utilice abonos orgánicos adecuados para su suelo después de realizar un análisis del mismo.

Conclusión

Abandone los métodos químicos y artificiales y emplee métodos de cultivo naturales para enriquecer la tierra de su jardín. Al mejorar la calidad del suelo, no solo aumenta el rendimiento. También contribuyes a fomentar la biodiversidad y a mantener la estabilidad ecológica.