La investigación en la producción de cultivos muestra que el uso de extractos de algas en la producción de cultivos tiene un efecto positivo en las plantas de cultivo. Los extractos de algas mejoran la resistencia de las plantas a las heladas y a la sequía y aumentan el rendimiento de los cultivos. Las plantas rociadas con extractos de algas también muestran una mayor resistencia a las plagas y los patógenos y una absorción más eficaz de los nutrientes del suelo.
Los extractos de algas ayudan a eliminar los daños causados por los insectos y las enfermedades bacterianas o fúngicas. Las fórmulas de extracto de algas son ricas en fitohormonas (giberelinas, auxinas, citoquininas), aminoácidos y ácidos grasos, responsables del crecimiento, el desarrollo y la resistencia de las plantas a los patógenos.
El efecto bioestimulante de los extractos obtenidos de las algas está relacionado con la presencia de reguladores del crecimiento de las plantas, especialmente las citoquininas, que son las principales responsables de retrasar el envejecimiento de las plantas, inducir la mitosis, estimular la maduración de los cloroplastos, el crecimiento de los brotes y las yemas laterales. La cantidad de citoquininas y su relación con otras hormonas de crecimiento de las plantas depende de la especie de algas de que se trate, lo que da lugar a diferentes efectos de los extractos de algas en el cultivo de plantas.
Los extractos de algas pueden suministrarse a las plantas de diferentes maneras. Uno de los métodos es sumergir las semillas en extractos de algas. Este tipo de tratamiento puede afectar a la germinación de las semillas. También pueden utilizarse aplicaciones foliares y aplicaciones convencionales en el suelo. Además de los métodos de aplicación, la concentración del extracto de algas, la especie de alga y la variedad de la planta también influyen en la eficacia de los extractos de algas como bioestimulantes vegetales.