Plantas sostenibles

La definición de una planta sostenible es aquella que no tiene problemas conocidos de insectos o enfermedades, es (una vez establecida) tolerante a la sequía, no invasiva y de larga vida. La sostenibilidad es un término muy discutido hoy en día;

Cultivar una planta sostenible puede ser un primer paso muy eficaz hacia la sostenibilidad. Tras siglos de uso desenfrenado, hemos llegado a una etapa en la que los recursos se agotan más rápido de lo que podemos reponerlos.

La pérdida de nutrientes nos obliga a recurrir a todo tipo de métodos artificiales. No sólo son caros, sino también perjudiciales para el medio ambiente.

¿Qué es la utilización sostenible de las plantas?

En primer lugar, las plantas sostenibles son una gran ayuda para el medio ambiente. La gama completa de medidas relativas a las plantas sostenibles incluye la conservación, la diversificación, la adaptación, la mejora y el suministro a los agricultores a través de sistemas de semillas.

¿Cómo puedo cultivar plantas sostenibles en mi jardín?

Si piensas en cultivar plantas sostenibles en tu jardín, estás haciendo un favor al mundo. En un mundo asolado por el cambio climático y la degradación del medio ambiente, la jardinería sostenible tiene sentido. Pero hay que esforzarse un poco para hacerlo en tu propio jardín. Cada vez son más los propietarios de jardines que descubren que merece la pena dar todos los pasos para crear un jardín sostenible que no sólo te cuide a ti y a tus plantas, sino que también ayude a todo el planeta.

Estos son algunos consejos para que su jardín sea sostenible

  • Plantar más árboles

  • Cultiva abono orgánico para tus plantas

  • Compostaje de los residuos de la cocina

  • Asuma la responsabilidad social de su jardinería

  • Ayude a detener la propagación de las malas hierbas perjudiciales para el medio ambiente

  • Utiliza sólo recursos renovables en tu jardín

  • Construya su jardín para el futuro, no para la moda

Arreamos nuestros suelos hasta agotarlos. Luego nos trasladamos a tierras más nuevas y destruimos gran parte de la vegetación autóctona para cultivar plantas más útiles para el ser humano.

Todo esto se ha hecho a un ritmo mucho más rápido de lo que el medio ambiente necesita para adaptarse. Esto ha llevado al agotamiento de los recursos, lo que requiere medidas aún más severas.

Es un círculo vicioso. Si no lo rompemos conscientemente, pronto tendremos más tierras en barbecho que cultivables.

La jardinería sostenible es la forma más segura de evitar ese futuro. Consiste en cultivar plantas de forma que se minimicen los aportes, de modo que el ecosistema existente pueda mantener la vegetación. El camino de la naturaleza es siempre el mejor. Uno de los aspectos más importantes de la jardinería sostenible es plantar una planta sostenible.

Elija el tipo de planta adecuado según las condiciones del suelo.

Cuando nos trasladamos a un nuevo lugar, nuestro primer paso es eliminar el follaje existente. Esto suele hacerse desde un punto de vista estético.

Las especies autóctonas a menudo se pasan por alto en favor de las exóticas, especialmente cuando se trata de jardinería. Este es el enfoque equivocado. No todas las plantas crecen bien en todas partes.

Con el paso de los años, o incluso de las décadas, la vegetación de un lugar se habrá adaptado a las condiciones del suelo existentes. Una nueva especie de planta necesitará casi el mismo tiempo, si no más, para adaptarse a estas condiciones del suelo.

La introducción de nuevas especies a veces puede ser contraproducente. Su tendencia a convertirse en malas hierbas puede ser muy perjudicial para el ecosistema local.

Se trata de un método rentable para cultivar plantas sostenibles en el jardín.

El uso de productos químicos es una operación costosa. A menudo se asocian con efectos secundarios. Para resolver estos problemas, se necesitan otros productos.

Esto da lugar a un aumento de los costes. La forma más segura de cultivar plantas es la natural. Como ya se ha mencionado, las plantas sostenibles ya están bien adaptadas a las condiciones del suelo existentes.

Son robustos y resistentes. Por lo tanto, requieren un mantenimiento mínimo.

Por lo tanto, una planta sostenible es una variedad local, fácilmente disponible y difícil de matar. Ha desarrollado resistencia a las plagas y enfermedades.

Su presencia permanente en el suelo permite la extensión del sistema radicular que mantiene el suelo. Esto evita la erosión del suelo.

Una planta sostenible puede sobrevivir mucho más tiempo que la nueva especie vegetal. A largo plazo, esto resultará ser una solución más práctica para nuestros problemas de jardinería y agricultura.