Un eco-jardín es la abreviatura de un jardín ecológico o de ecosistema. Como su nombre indica, representa lo mejor de ambos mundos. Para llegar al fondo de este concepto, tenemos que entender las características tanto de un ecosistema como de un jardín.
Un ecosistema es una disposición biológica en la que viven varios organismos. Cada organismo cumple una función específica. Esto es beneficioso tanto para los demás organismos como para el ecosistema en su conjunto. El ecosistema también incluye elementos inanimados como el aire, el agua, el suelo, los nutrientes, etc. Ellos también contribuyen a la existencia del ecosistema. Ellos también contribuyen a la existencia de este sistema biológico.
Un ecosistema se caracteriza por varios ciclos de nutrientes y flujos de energía que permiten que los componentes vivos e inanimados se beneficien mutuamente. El sistema climático existente actúa como moderador en este proceso. Un ecosistema intacto puede caracterizarse por un alto grado de biodiversidad, tanto en términos de flora como de fauna.
Las condiciones climáticas determinan la evolución de un ecosistema. El propio ecosistema también puede dictar la evolución de las condiciones climáticas. El concepto de calentamiento global se basa en este principio. Todos los procesos naturales van juntos. Una perturbación en un sistema acaba afectando a todo el curso natural.
Un jardín forma parte de un ecosistema. Incluso es una versión más suave. Un jardín moderno razonablemente diseñado es una colección de plantas. Se colocan en macetas o se plantan directamente en el suelo. El jardín también contiene microorganismos como bacterias y hongos. Aportan al suelo un alto valor nutritivo. Insectos como las abejas, las avispas y las mariposas actúan como polinizadores y ayudan a la reproducción. Además de la lluvia natural, los jardines se abastecen de agua manualmente.
La diferencia entre un jardín ecológico y un ecosistema en toda regla es que el primero carece de diversidad. Además, no es sólo una forma natural de intervención humana.
Si te has decidido por "crear" tu propio jardín ecológico en casa, aquí tienes unos sencillos pasas.
Para obtener lo mejor de ambos mundos. Es necesario tener en cuenta tanto las características de un ecosistema como las de un jardín.
El primer paso sería preparar el suelo ideal. Podemos hacerlo fabricando compost a partir de los residuos orgánicos. Y descomponer esto durante varios días. A continuación, mezcla este compost con la tierra para aumentar su contenido en nutrientes. Para mantener el drenaje del suelo, debemos trabajar la tierra (preferiblemente de forma manual). Las técnicas de riego por goteo y recogida de agua de lluvia son ideales para imitar las fuentes de agua naturales.
Otra forma de enriquecer el suelo es utilizar residuos orgánicos. En nuestra vida cotidiana producimos residuos orgánicos (cáscaras de huevo, posos de café, peladuras de verduras). La diversidad de la vegetación puede mantenerse en un jardín simplemente dejando que crezcan las hojas autóctonas. Las especies autóctonas son más resistentes y crecen con mínimos insumos. Con el tiempo, las plantas son atacadas por plagas y enfermedades. La mejor manera de combatirlos es utilizar productos orgánicos como el bicarbonato de potasio, el bicarbonato de sodio, etc.
Al final, la opinión de los productores es la siguiente. El mantenimiento de un huerto ecológico es mucho más fácil que el de un huerto de alto rendimiento. El mantenimiento de un jardín de alto rendimiento requiere muchos aditivos químicos y es mucho más caro. El huerto ecológico es respetuoso con el medio ambiente y es una solución total a nuestras necesidades de jardinería.